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VIVIR NO ADMITE APLAZAMIENTOS

Month: February, 2014

¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez?

¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez? — Los Dueños del Circo — Sott.net.

¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez? — Los Dueños del Circo — Sott.net

¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez?

El poder de un Estado se mide a la vez por su capacidad para defenderse y por su posibilidad de atacar en uno o varios frentes. Bajo esa óptica, Washington está tratando – por primera vez – de demostrar que es capaz de derrocar tres gobiernos simultáneamente: en Siria, en Ucrania y en Venezuela. Creyendo que, si lo logra, ningún gobierno tendrá ya posibilidades de hacerle frente. 

© Desconocido
¿Y desde cuándo el imperialismo apoya revoluciones?
Imagen captada en la plaza Maidan, Kiev.

Washington, después de fracasar en 2011 en su intento de bombardear simultáneamente Libia y Siria, está tratando de hacer una nueva demostración de fuerza: organizar cambios de régimen en tres Estados al mismo tiempo y en diferentes regiones del mundo – en Siria (CentCom), Ucrania (EuCom) y Venezuela (SouthCom). 

Para lograrlo, el presidente Obama ha movilizado prácticamente todo el equipo de su Consejo de Seguridad Nacional. 

Primeramente, la consejera de seguridad nacional Susan Rice y la embajadora ante la ONU Samantha Power. Las dos son maestras en el uso de la jerga «democrática». Y durante años se han especializado en aconsejar la injerencia en los asuntos internos de otros Estados con el pretexto de prevenir genocidios. Sin embargo, y a pesar de sus generosos discursos, a ninguna de las dos les importan las vidas no estadounidenses, como lo demostró la señora Power en el momento de la crisis de las armas químicas en la Ghoutta de Damasco. La señora embajadora de Estados Unidos, quien sabía perfectamente que las autoridades sirias no habían cometido aquel acto, simplemente se fue a Europa para asistir con su esposo a un festival de cine dedicado a Charles Chaplin mientras que su gobierno denunciaba un crimen contra la humanidad atribuyéndolo al presidente Assad. 

Están también los tres responsables por regiones: Philip Gordon (Medio Oriente y Norte de África), Karen Donfried (Europa y Eurasia) y Ricardo Zúñiga (Latinoamérica).

  • Phil Gordon (amigo personal y traductor del ex presidente francés Nicolas Sarkozy) organizó el sabotaje de la conferencia de paz Ginebra 2 hasta que la cuestión palestina se resuelva en función de lo que quiere Estados Unidos. Durante la segunda sesión de Ginebra 2, mientras que el secretario de Estado John Kerry hablaba de paz, Phil Gordon reunía en Washington a los jefes de los servicios secretos de Jordania, Qatar, Arabia Saudita y Turquía para preparar un enésimo ataque contra Siria. Estos conspiradores han reunido en Jordania un ejército de 13 000 hombres, de los que sólo 1 000 han recibido un breve entrenamiento militar para pilotear blindados y tomar Damasco. El problema es que esa columna corre el riesgo de ser destruida por el Ejército Árabe Sirio antes de alcanzar la capital siria. Pero sus padrinos no logran ponerse de acuerdo sobre la manera de defender esa fuerza sin equiparla con armamento antiaéreo, que pudiera ser utilizado después contra la aviación de Israel.
  • Karen Donfried es la ex oficial nacional de inteligencia a cargo de Europa. Dirigió durante mucho tiempo el German Marshall Fund en Berlín. Actualmente se dedica a manipular a la Unión Europea para enmascarar el intervencionismo de Washington en Ucrania. A pesar de la reciente revelación del contenido de una conversación telefónica de la embajadora estadounidense Victoria Nuland, la señora Donfried logró hacerles creer a los europeos que el objetivo de la oposición de Kiev era unirse a la Unión Europea y que estaban luchando por la democracia, cuando en realidad más de la mitad de los amotinados de la plaza Maidan son miembros de partidos nazis y agitan retratos de Stepan Bandera, quien colaboró con la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
  • Para terminar, Ricardo Zúñiga es nieto del Ricardo Zúñiga que presidió el Partido Nacional de Honduras y que organizó los golpes de Estado militares de 1963 y 1972 a favor del general López Arellano. El nuevo Zúñiga dirigió la estación de la CIA en La Habana, donde reclutó agentes y los financió para fabricar una oposición contra Fidel Castro. Y ahora moviliza a la extrema derecha trotskista en Venezuela para derrocar al presidente Nicolás Maduro acusándolo de stalinismo.

La parte mediática de estas operaciones está en manos de Dan Rhodes, el especialista en propaganda que se encargó en el pasado de escribir la versión oficial de lo sucedido el 11 de septiembre de 2001 redactando el informe de la comisión presidencial. En ese informe, Rhodes eliminó toda huella del golpe de Estado militar que se produjo aquel día (al presidente George W. Bush se le retiró el poder sobre las 10 de la mañana y no se le devolvió hasta la noche, todo su gabinete y los miembros del Congreso fueron confinados en búnkeres, supuestamente para «garantizar su seguridad») para que sólo quedara el recuerdo de los atentados. 

En las operaciones organizadas contra Siria, Ucrania y Venezuela, la narrativa estadounidense reposa exactamente sobre los mismos principios: acusar a los gobiernos de matar a sus propios ciudadanos, calificar a los opositores de «democráticos», adoptar sanciones contra los «asesinos» y, en definitiva, concretar un golpe de Estado. 

El movimiento comienza siempre con una manifestación en la que mueren opositores pacíficos y ambos bandos se acusan mutuamente de los hechos de violencia. En realidad, fuerzas especiales o elementos a las órdenes de Estados Unidos o de la OTAN, convenientemente ubicados, disparan a la vez contra la multitud y contra la policía. Así sucedió en Deraa (Siria) en 2011, al igual que en Kiev (Ucrania) y en Caracas (Venezuela) en los últimos días. En el caso de Venezuela, las autopsias practicadas demuestran que 2 víctimas – un manifestante de la oposición y otro favorable al gobierno – fueron baleadas con la misma arma. 

Calificar a los opositores de «democráticos» es un simple juego de retórica. En Siria, se trata de takfiristas financiados por la peor dictadura del planeta: la de Arabia Saudita. En Ucrania, son unos cuantos proeuropeos sinceros rodeados de un montón de nazis. En Venezuela, son jóvenes trotskistas de familias acomodadas respaldados por milicias a sueldo de dueños de empresas. Y en todos los casos aparece el seudo opositor estadounidense John McCain para proclamar su solidaridad con los opositores locales, sean verdaderos o falsos. 

Del apoyo a los opositores se encarga la National Endowment for Democracy (NED). La NED es una agencia gubernamental estadounidense que se presenta como una ONG financiada por el Congreso de Estados Unidos. La realidad es que la NED fue creada por el presidente Ronald Reagan, en asociación con Canadá, Gran Bretaña y Australia. La dirigen el neoconservador Carl Gershman y Barbara Haig, la hija del general Alexander Haig (ex comandante supremo de la OTAN y posteriormente secretario de Estado bajo la administración Reagan). Es precisamente la NED – en realidad el Departamento de Estado – quien moviliza al senador «de oposición» John McCain. 

En este dispositivo no podía faltar la Albert Einstein Institution, «ONG» financiada por la OTAN. Creada por Gene Sharp en 1983, la NED formó agitadores profesionales a través del CANVAS [1] – en Serbia – y de la Academy of Change – en Qatar. 

En todos los casos, Susan Rice y Samantha Power adoptan invariablemente la misma pose de justa indignación antes de dictar la adopción de sanciones – a las que rápidamente se suma la Unión Europea – cuando en realidad son ellas mismas quienes se dedican a orquestar previamente los actos de violencia. 

Queda entonces por llegar a concretar los golpes de Estados, lo que no siempre funciona. 

Así trata Washington de demostrarle al mundo que sigue siendo el amo. Para garantizar los resultados, emprendió las operaciones en Ucrania y en Venezuela mientras se desarrollaban los Juegos de Sochi. Así garantizaba que Rusia no tomara medidas de respuesta, con tal de evitar que algún atentado de los terroristas islamistas le echara a perder la fiesta olímpica. 

Pero los Juegos de Sochi terminaron este fin de semana. Y ahora le toca jugar a Moscú. 

[1Center for Applied Nonviolent Action and Strategies

Ucrania: funcionarios de EEUU atrapados con las manos en la masa | CONTRAINJERENCIA

Ucrania: funcionarios de EEUU atrapados con las manos en la masa | CONTRAINJERENCIA.

 

Nuland

“En la última debacle del Departamento de Estado de EE.UU. y el Gobierno de Obama, la secretaria de Estado adjunta Victoria Nuland fue grabada en cinta dirigiendo en detalle las estrategias del partido opositor de Ucrania con el embajador de EE.UU. en Ucrania, Geoffrey Pyatt. Ya no se puede negar que la operación de cambio de régimen en Ucrania está siendo dirigida en cierto grado desde Washington… La conversación grabada demuestra en claro detalle que mientras el secretario de Estado John Kerry desmiente toda interferencia extranjera en los asuntos internos de Ucrania, su Departamento de Estado conduce virtualmente todo el proceso” (Daniel McAdams, F**k the EU’: Tape Reveals US Runs Ukraine Opposition, Ron Paul Institute).

MIKE WITHNEY / COUNTERPUNCH / Traducido para Rebelión por Germán Leyens – Washington vuelve a utilizar sus viejos trucos. Se pensaría que después de los fiascos en Afganistán e Irak alguien del equipo que formula las políticas diría a los fantasiosos que bajen un poco el tono. Pero no. La claque de Obama está tan ansiosa de intentar cambios de régimen como sus predecesores, los “bushies”. Esta vez la mira está fija en Ucrania, la sede de la fracasada Revolución Naranja, donde las ONG estadounidenses fomentaron un golpe populista que derribó al Gobierno y allanó el camino para años de inestabilidad social, dificultades económicas y, finalmente, una alianza más firme con Moscú.

Dio buenos resultados, ¿verdad? Solo se puede preguntar si lo que se propone Obama es una repetición.

Dejémonos de rodeos. EE.UU. todavía se aferra a la idea de que puede dominar el mundo con sus torpes militares (que no han ganado una guerra en 60 años), sus escandalosas agencias de inteligencia, sus cómicos equipos de “Operaciones Especiales” al estilo Rambo, y sus tan brillantes estrategas globales que piensan que los días de la nación Estado habrán pasado pronto acelerando el comienzo del glorioso Nuevo Orden Mundial. Correcto. Ucrania es una parte crítica de ese sueño imposible, digamos, estrategia, por lo cual los medios estadounidenses colocan las manifestaciones en Kiev en los titulares mientras protestas similares en EE.UU. son relegadas a las páginas traseras bajo los anuncios de alimentos para mascotas. En todo caso, la crisis probablemente se intensificará en los próximos meses mientras Washington se empeña en un tira y afloja sin restricciones con Moscú sobre el futuro de la civilización.

Para estrategas influyentes, como Zbigniew Brzezinski, Ucrania es una guerra que Washington debe ganar para mantener su posición como única superpotencia del mundo. Tal como lo ve, EE.UU. debe establecer puestos avanzados en toda Eurasia para disminuir la influencia de Rusia, controlar China, y aprovechar la región de crecimiento más rápido del nuevo siglo. Brzezinski lo resume como sigue en un artículo en Foreign Affairs titulado “Una geoestrategia para Europa”:

“La emergencia de EE.UU. como única superpotencia global hace que ahora sea imperativa una estrategia integrada y exhaustiva para Eurasia. Eurasia alberga la mayoría de los Estados políticamente acometedores y dinámicos del mundo. Todos los pretendientes históricos al poder global se originaron en Eurasia. Los aspirantes más populosos a la hegemonía regional, China e India, están en Eurasia, así como todos los potenciales retadores políticos o económicos a la primacía estadounidense…

Eurasia es el supercontinente axial del mundo. Una potencia que domine Eurasia ejercerá una influencia decisiva sobre dos de las tres regiones más económicamente productivas del mundo, Europa Occidental y el Este de Asia. Una mirada al mapa también sugiere que un país dominante en Eurasia controlaría casi automáticamente Medio Oriente y África…

Lo que suceda con la distribución del poder en la masa continental eurasiática será de decisiva importancia para la primacía global y el legado histórico de EE.UU.” (A Geostrategy for Eurasia, Zbigniew Brzezinski, Foreign Affairs, 1997) 

OK, por lo tanto el no tan sutil Brzezinski dice a los responsables políticos de EE.UU. que si quieren dirigir el mundo, tienen que apoderarse de Eurasia. Es bastante obvio. Es de nuevo el Gran Juego y Ucrania es uno de los mayores trofeos, motivo por el cual EE.UU. se ha aliado con todo tipo de grupos chalados, derechistas, que siembran la discordia en Kiev. Es porque Washington no conoce fronteras para lograr sus objetivos. Por supuesto, no hay nada nuevo al respecto. EE.UU. frecuentemente apoya a violentas organizaciones de extrema derecha si sus intereses coinciden. A continuación, cito algunos antecedentes sobre el tópico de Erich Draitser en un artículo en CounterPunch titulado “Ukraine and the Rebirth of Fascism”: [Rebelión, Ucrania y el renacimiento del fascismo]:

“En un intento de arrancar a Ucrania de la esfera de influencia rusa, la alianza EE.UU.-UE-OTAN se ha aliado, y no es la primera vez, con los fascistas. Por cierto, durante décadas, millones de latinoamericanos han sido desaparecidos o asesinados por fuerzas fascistas paramilitares armadas y apoyadas por EE.UU. Los muyahidines de Afganistán, que posteriormente se convirtieron en al Qaida, también reaccionarios ideológicos extremos, fueron creados y financiados por EE.UU. con el propósito de desestabilizar Rusia. Y por cierto, existe la dolorosa realidad de Libia y, más recientemente Siria, donde EE.UU. y sus aliados financian y apoyan a yihadistas extremistas contra un Gobierno que se ha negado a alinearse con EE.UU. e Israel. Existe un patrón inquietante que nunca ha pasado desapercibido a los observadores políticos atentos: EE.UU. siempre hace causa común con extremistas derechistas y fascistas para obtener ventajas geopolíticas.”

Escuadrones de la muerte aquí, yihadistas allá. ¿Cuál es la diferencia para los mandamases en Washington?

No es mucha al parecer.

Pero, esperad, ¿qué es todo esto de que EE.UU. está de parte de antisemitas y fascistas en Ucrania? ¿Es verdad?

Parece seguro que es así. En los hechos, hubo una historia divertida en World Socialist Web Site sobre la secretaria de Estado adjunta Victoria “Que-se-joda-la-UE” Nuland que muestra hasta donde esa gente está dispuesta a ir para lograr sus objetivos. En este caso Nuland, quien –según WSWS– es nieta de inmigrantes judíos que huyeron a EE.UU. para escapar de los pogromos en la Rusia zarista”… fue vista “distribuyendo galletas en la plaza Maidan a matones de Svoboda que veneran a los asesinos masivos de la SS de Hitler.” (Leaked phone call on Ukraine lays bare Washington’s gangsterism, Bill Van Auken, World Socialist Web Site)

Bonito, ¿verdad? De modo que Vickie compartía un pequeño refrigerio con sujetos que probablemente la apuñalarían por la espalda si tuviera la oportunidad de hacerlo. Es lo que se llama dedicación. A propósito, el esposo de Nuland “es Robert Kagan, el experto derechista en política exterior quien sirvió como presidente fundador del Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense, el think-tank neoconservador en Washington que jugó un papel clave en la preparación política e ideológica para las guerras contra Iraq y Afganistán”.

El que Obama y compañía estén directamente involucrados en este último intento de golpe, no sorprende a nadie. Según un reciente sondeo realizado por el Centro Pan-ruso de Investigación de Opinión Pública, “casi la mitad (45%) de los ciudadanos rusos piensan que las protestas en Ucrania han sido provocadas por servicios especiales occidentales”. Presumimos que al decir “servicios especiales” los autores del estudio quieren decir agencias de inteligencia estadounidenses y ONG financiadas por EE.UU. que tienen una larga historia de meter sus narices en los asuntos de otros países. A continuación, una declaración del representante Ron Paul en 2004 al Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de EE.UU. que ayuda a arrojar un poco de luz al respecto:

“Es evidente que una cantidad significativa de dólares del contribuyente fue utilizada para apoyar a un candidato en Ucrania… Lo que no sabemos, sin embargo, es cuánto dinero del Gobierno de EE.UU. fue gastado para influenciar el resultado de la elección ucraniana.

Docenas de organizaciones reciben fondos bajo el programa PAUCI (Iniciativa de Cooperación Polonia-EE.UU.-Ucrania, que es administrada por Freedom House, basada en EE.UU.) y es solo uno de numerosos programas que canalizaron dólares hacia Ucrania. No sabemos cuántos millones de dólares del contribuyente fueron enviados por la Fundación Nacional por la Democracia (NED) a Ucrania a través del Instituto Nacional Demócrata de la NED y el Instituto Internacional Republicano. Tampoco sabemos cuántos otros esfuerzos, abiertos o encubiertos, han sido hechos para apoyar a un candidato contra el otro en Ucrania.

Lo que considero tan inquietante es que haya tantas organizaciones especializadas y sub-beneficiarias que no tenemos la menor idea de cuánto dinero del Gobierno de EE.UU. fue realmente gastado en Ucrania, y lo más importante es cómo fue gastado.” (What has the NED done in Ukraine?, Ron Paul, Lew Rockwell)

El hecho es que el gGobierno de EE.UU. distribuye toneladas de dinero a todo tipo de grupos siniestros que ejecutan su agenda. En lo que concierne a Ucrania, tenemos realmente una mejor idea del dinero gastado que lo que piensa Paul. Revise el vídeo de Nuland al dirigirse a varios grupos industriales y admitiendo que “Desde la declaración de la independencia ucraniana en 1991, EE.UU. apoyó a los ucranianos en el desarrollo de instituciones y capacidades democráticos en la promoción de la sociedad civil y una buena forma de gobierno… Hemos invertido más de 5.000 millones de dólares para ayudar a Ucrania a lograr estos y otros objetivos.” (Washington’s cloned female warmongers, Finian Cunningham, Information Clearinghouse)

5.000 millones de dólares para derrocar un gobierno democráticamente elegido en Ucrania mientras 8 millones de estadounidenses no pueden encontrar un puesto de trabajo en EE.UU. Eso nos dice mucho sobre las prioridades de Obama, ¿verdad?

El fiasco de la semana pasada respecto a la conversación telefónica filtrada de Nuland ha aclarado lo que realmente sucede entre bastidores. Mientras los medios se han concentrado en la obscenidad de Nuland (“Que se joda la UE”) las otras partes de la conversación atrajeron nuestra atención. Un breve resumen por Bill Van Auken de WSWS:

“El llamado (denuncia) el carácter criminal e imperialista de la política estadounidense en Ucrania… Lo que deja en claro la grabación, es que Washington emplea métodos de gangsterismo internacional, incluyendo la violencia, para realizar un golpe político orientado a instalar un régimen que esté totalmente subordinado a los intereses geoestratégicos de EE.UU….

El objetivo preciso de los esfuerzos de EE.UU. es transferir el poder político a manos de una colección de oligarcas ucranianos alineados con Occidente que se enriquecieron con la apropiación privada –robo– de propiedad estatal realizada como parte de la disolución por la burocracia estalinista de la Unión Soviética en 1991. Al hacerlo, apunta a convertir Ucrania en una cabeza de puente imperialista estadounidense en la frontera misma de Rusia, cuyo territorio también quiere dividir y subyugar a un estatus neocolonial como parte de su esfuerzo por imponer la hegemonía estadounidense en toda la masa continental estratégica de Eurasia…

Nuland deja claro que, entre bastidores, Washington está dictando qué dirigentes de la oposición… debieran entrar al gobierno para orientarlo detrás de Washington y qué papel jugarán los otros…” (Leaked phone call on Ukraine lays bare Washington’s gangsterismBill Van Auken, World socialist Web Site)

Lo mismo de siempre. Como dijimos anteriormente, no hay nada nuevo en esto, nada en absoluto. Todo el palabreo sobre “democracia” es solo basura de relaciones públicas. No significa nada. Las elites estadounidenses quieren cortar las alas de Moscú, establecerse en Eurasia, controlar el crecimiento de China, ser un protagonista más importante en los mercados de petróleo y gas natural del continente, exportar su modelo de servicios financieros, y ganar tanto dinero como sea posible en el mercado más activo del Siglo XXI, Asia. Todo tiene que ver con beneficios. Beneficios y poder.

Pero después de todo, probablemente ya lo sabíais.

Mike Whitney vive en el Estado de Washington. Contribuyó a Hopeless: Barack Obama and the Politics of Illusion (AK Press). Hopeless también existe en una edición Kindle. Contacto: fergiewhitney@msn.com

Crónicas de la Mafia: El loco de la radio | FronteraD

Crónicas de la Mafia: El loco de la radio | FronteraD.

 

Crónicas de la Mafia: El loco de la radio | FronteraD

Crónicas de la Mafia: El loco de la radio

Íñigo Domínguez Gabiña – 06-02-2014

Imaginen que el hijo de un etarra en la Euskadi profunda escribiera, en los años duros del terrorismo, un panfleto de letras gigantes con esta reflexión: “ETA, montaña de mierda”. Es que no sé ni si hoy se puede decir en algunos sitios. Pues es casi más fácil que lo que hizo Peppino Impastato. Hijo de mafioso en un pueblo de mafiosos, Cinisi, cerca de Palermo, tenía solo dieciséis años cuando empezó a imprimir un pasquín llamado L’idea socialista y, un año después, en 1966, tituló con un par de pelotas: ‘Mafia, montaña de mierda’. Su padre, un afiliado menor del clan local, le dio una paliza y lo echó de casa. Pero Peppino no paró ahí. Estuvo una década denunciando los desmanes mafiosos del municipio y llamando a las cosas por su nombre, empezando por el capo local, nada menos que Gaetano Tano Badalamenti, jefazo de Cosa Nostra y uno de los grandes narcotraficantes de la red mafiosa.

Peppino llegó aún más lejos en 1977 con un programa satírico de radio, Onda pazza, que se emitía en su emisora, Radio Aut. En el programa se cachondeaba del capo en plan Gomaespuma, con parodias e imitaciones, y todo el pueblo lo oía a escondidas los viernes por la tarde. Era una “transmisión sátiro-esquizo-política sobre problemas locales” y su sintonía, una canción de Ombretta Colli llamada Onda loca.

El programa del 7 de abril de 1978 se llamó ‘Wéstern en Mafiópolis’, sobrenombre que había puesto a Cinisi, donde mandaba Tano Sentado. Empezaba con el himno local de Mafiópolis: el sonido de alguien que orinaba, seguido del ruido de un retrete y de ráfagas de tiros. Después parodiaba un pleno municipal donde se trampeaban licencias urbanísticas en torno al nuevo aeropuerto de Palermo, construido en Cinisi. “Si el edificio mide diecisiete metros, ¿por dónde pasarán los aviones?”, pregunta uno. “Les hacemos un túnel”, le responden. En realidad Peppino estaba revelando, en vísperas de las elecciones, un apaño secreto que era desconocido para el público. Impastato manejaba buena información y lo aireaba todo sobre la corrupción y la especulación inmobiliaria. Por ejemplo, expropiaciones abusivas de una tercera pista del aeropuerto de Palermo, totalmente inútil y sin criterios de seguridad, pero que era un negocio más para los clanes mafiosos. Y también hablaba del narcotráfico, algo que entonces nadie había sacado a la luz, ni la Policía ni el juez Falcone, que trabajaban en ello en secreto. El aeropuerto y la droga estaban muy relacionados: Badalamenti y los Corleoneses habían presionado para que la terminal se construyera allí, un lugar absurdo, porque así don Tano podía controlar tranquilamente sus envíos de droga, mientras Riina y los suyos esperaban hacer negocio con la expansión urbanística de Palermo hacia el aeropuerto, unos terrenos que eran suyos.

En la Sicilia de esos años, donde no se movía una hoja contra la Mafia, que oficialmente no existía pero compadreaba con el poder político, aquello era un sacrilegio suicida. Peppino ventilaba con desparpajo todos los manejos de Tano Badalamenti con los políticos democristianos y socialistas de la zona, algunos de los cuales hicieron carrera, como Leonardo Pandolfo –blanco de los primeros ataques de Impastato–, que fue alcalde socialista de Cinisi de 1966 a 1971 y luego llegó a diputado.

Un mes después de la emisión de aquel programa sobre los chanchullos mafiosos del aeropuerto asesinaron a Peppino de forma atroz, a sus treinta años. Le molieron a palos, lo torturaron, lo pusieron en las vías del tren con una carga de dinamita y lo hicieron explotar. Sus restos quedaron esparcidos en trescientos metros. En ese momento, el loco de la radio se disponía a entrar en política y había presentado su candidatura a las elecciones de ese año. Peppino conocía el percal. Su tío, Cesare Manzella, había sido capo de Cinisi y miembro de la primera Commissione. En la primera guerra de la Mafia tuvo el honor de ser el primer muerto con coche bomba en Sicilia, en abril de 1963. Era un sistema copiado a los primos de Estados Unidos, cuya influencia hizo que en la isla empezara a llevarse más el estilo gánster. El coche era un Alfa Romeo Giulietta, la marca de la casa en casi todos los atentados de esa época. Le sucedió Tano Badalamenti, que también era pariente de Impastato. Tiene fotos con él de niño y jugaba en su casa. Distaba cien pasos de la suya, en la misma calle. Ese es el título de la película que dio a conocer a Peppino a muchos italianos en 2000, I cento passi, de Marco Tullio Giordana, premiada en el Festival de Venecia. Porque lo cierto es que hasta entonces, como otros héroes de la lucha contra Cosa Nostra, era muy desconocido. No fue solo omertà, el Estado también hizo su parte. El cadáver de Peppino apareció el mismo día que el del primer ministro y líder democristiano secuestrado por las Brigadas Rojas, Aldo Moro, el 9 de mayo de 1978. Naturalmente el suceso de Cinisi quedó eclipsado. Es más, se ventiló como un atentado frustrado en la vía férrea de un extremista de izquierda destrozado por su propia bomba.

Eran tiempos muy turbios, los años de plomo, y la historia podía sonar creíble. Pero Peppino, pese a su militancia izquierdista, renegaba de las Brigadas Rojas y, dentro del comunismo, era un bicho raro, porque denunciaba su tibieza con la Mafia. En su radio hasta cargó contra los porros y contra una comuna hippie que había en su pueblo, en Villa Fassini, porque para él eran una forma de evadirse de la realidad, que él veía a cien pasos. Pero, al margen de eso: sin ser Sherlock Holmes y con lo poco que hemos contado, ¿a ustedes no se les habría ocurrido que su muerte podía ser cosa de la Mafia? Pues parece que los carabinieri no se lo plantearon en ningún momento. Como en otros casos raros italianos no se sabe si es chapuza o conjura, o ambas cosas. Fue todo muy extraño. Registraron la casa de Peppino y se agarraron a un escrito pesimista para decidir que fue un suicidio. A los mafiosos ni los interrogaron, y eso que la dinamita provenía de canteras de su propiedad.

Como sucede a menudo en Italia, la batalla por la verdad quedó en manos de personas, no de instituciones. Y aún hoy sigue abierta. Fue una pelea solitaria de la familia y los amigos de Peppino, que encontraron piedras con restos de sangre en la caseta donde lo torturaron, una prueba que luego sería decisiva. Su madre, Felicia, y su hermano, Giovanni, rompieron públicamente con su familia mafiosa, algo sin precedentes que abrió por primera vez una grieta en el silencio secular de los clanes. El primer centro de documentación sobre la Mafia, que se había fundado antes de su asesinato, en 1977, tomó su nombre. Y en 1979 se celebró en el pueblo la primera manifestación contra la Mafia de la historia de Italia, con 2.000 personas.

En 1984 la Fiscalía de Palermo probó por fin el origen mafioso del delito, pero la sentencia de 1992 sostuvo que no podía determinarse el culpable. Revelaciones depentiti permitieron reabrir el caso, pero Tano Badalamenti, ya en prisión desde 1984, no fue condenado hasta 2002. Murió dos años después. La victoria simbólica de Impastato llegó en 2011, cuando la casa de Badalamenti, a cien pasos de la suya y confiscada por la Justicia, fue cedida como sede de la asociación que trabaja por su memoria.

Otra cosa que suele pasar a menudo en Italia es que el único modo de intentar saber la verdad es averiguar quién jugó al despiste. Son los famosos depistaggi, obra de autoridades o servicios secretos, que aparecen en multitud de asuntos sucios italianos a sembrar pistas falsas y desviar las investigaciones. El caso al final se hace enrevesado e incomprensible, pero paradójicamente es esa propia acción de despiste, una vez descubierta, la que permite al menos intuir por fin la verdad sobre el asunto. Probarla ya es mucho, pero en Italia uno se acaba acostumbrando a conformarse con eso. En el caso de Peppino, una comisión parlamentaria aprobó en 2000 un informe sobre la responsabilidad de las autoridades en las sospechosas pesquisas que se realizaron y la Fiscalía de Palermo comenzó a investigarlo en 2011 a petición de la familia. Así han salido más cosas raras. La mejor: ha aparecido la señora que vigilaba un paso a nivel en el lugar del crimen, una testigo clave, y admite que esa noche vio “algo”Resulta que nadie le preguntó nada y en su día los agentes enviados a interrogarla aseguraron que había emigrado a Estados Unidos, pero la mujer, que ahora tiene ochenta y ocho años, no se ha movido nunca de su casa. Nadie la buscó. Y es que encima su yerno escarabiniere.

Las polémicas investigaciones del caso las llevó el general Antonio Subranni, una figura controvertida que encontraremos en las siguientes páginas en otros asuntos raros, sospechosos de connivencia con la Mafia. Otro aspecto aún más misterioso es que en los noventa surgió la hipótesis de que el propio Badalamenti fuera confidente de loscarabinieri. También en este caso, a raíz de algo que pudo haber sido un intento de eliminar testigos y pruebas, su contacto, el mariscal Antonino Lombardo, murió en extrañas circunstancias en 1995. Se pegó un tiro. Pero el caso es que desaparecieron sus apuntes confidenciales de su despacho.

Ya hemos visto que es frecuente que desaparezcan papeles. También se los llevaron de casa de Peppino durante el registro posterior a su muerte. Los agentes confiscaron documentación sobre otro extraño suceso que el joven estaba investigando. Se trata del asesinato de dos carabinieri en 1976 en una comisaría de un pueblo cercano, Alcamo Marina. Este caso también lo había llevado el general Antonio Subranni, de forma muy peculiar. En un principio acusaron de la muerte de los dos carabinieri a cuatro jóvenes. Uno de ellos se ahorcó en su celda, algo realmente curioso porque solo tenía un brazo, y los otros tres fueron torturados. Solo en 2012 se ha establecido que eran inocentes, tras reabrir el caso un tribunal por las revelaciones de un agente con remordimientos que aguantó el azote de su conciencia durante casi tres décadas. Dos de aquellos chavales lograron fugarse en aquel entonces. Pero uno, Giuseppe Gulotta, se ha comido veintiún años de cárcel y quince de libertad vigilada. Un tribunal declaró que no tenía nada que ver y era inocente el 13 de febrero de 2012, exactamente treinta y seis años después de su arresto. Ahora se quiere procesar a los cuatro carabinieriresponsables de esta barbaridad. Los fiscales creen que Peppino quizá averiguó algo del crimen y su muerte puede estar relacionada con lo que había descubierto. En tal hipótesis, la Mafia habría actuado subcontratada, aunque ya tenía sus buenos motivos contra Peppino. Hay más y todo les sonará. Los dos policías asesinados en la comisaría de Alcamo Marina habrían descubierto casualmente un cargamento de armas de Gladio. Es la organización militar secreta de la OTAN, conocida solo en 1990, preparada para actuar en caso de invasión soviética, aunque hay indicios de que en Italia trabajó en las cloacas del Estado con fascistas y criminales. Todo se está investigando. Dentro de otros treinta años podremos seguir comentando asombrosas novedades.

El oficial jubilado de los carabinieri Renato Olino confesó las torturas a un diario en 2007 y el caso se reabrió al año siguiente. La estructura Gladio salió a la luz en la investigación de un atentado neofascista en Peteano, nordeste del país, en 1972, en el que murieron tres carabinieri. Uno los autores habló por primera vez de ello en el juicio en 1984. Pero no fue hasta 1990 cuando se llegó a probar su existencia, cuando el juez Felice Casson descubrió la pista de misteriosos depósitos de armas ubicados en todo el país. En julio de 1990 descubrió en los archivos de los servicios secretos documentos del plan internacional Stay Behind, que en Italia se denominó Gladio y también acabó ocupándose del enemigo interno, una posible victoria comunista en las elecciones y luego el terrorismo de extrema izquierda de las Brigadas Rojas y otras organizaciones. En octubre de 1990, el primer ministro, Giulio Andreotti, reveló oficialmente su existencia. Al igual que en otros países occidentales, nació a principios de los cincuenta con un acuerdo de la CIA y el servicio secreto militar italiano (SIFAR, en las siglas de la época), al margen del Gobierno y del Parlamento. Solo algunos altos cargos italianos lo conocían y participaron en su planificación. Uno de los principales, Francesco Cossiga, que luego fue primer ministro (1979-1980) y presidente de la República (1985-1992). Es evidente que en Sicilia hubo ya en la posguerra un embrión de Gladio, un modelo piloto, en los pactos con la Mafia, fascistas y la banda de Giuliano. En un cierto sentido, la Mafia habría actuado en la segunda mitad del siglo XX de Gladio siciliana.

Cuando Giovanni Falcone dejó el Tribunal de Palermo en 1991 para trabajar en Roma en el Ministerio de Justicia confesó a sus amigos que su mayor espina era no haber podido investigar las ramificaciones de la estructura de Gladio en Sicilia, que tenía una de sus bases, el Centro Escorpión, en Trapani.

Impastato es uno de los mártires del periodismo contra la Mafia, una triste lista abierta por Mauro De Mauro, en 1970, y donde luego siguieron otros reporteros valientes como Mario Francese, en 1979, o Giuseppe Fava, en 1984. Nada pone más nerviosa a Cosa Nostra que estos locos aislados que de repente rompen el silencio social sobre los criminales y que pueden llegar a convertirse en un ejemplo peligroso para sus intereses. Como otro ciudadano heroico, Libero Grassi, un empresario textil de Palermo que se negó a pagar el pizzo, el impuesto periódico que Cosa Nostra exige a todos los comerciantes como extorsión. Grassi no solo se plantó, sino que en enero de 1991 publicó una carta en Il Giornale de Sicilia dirigida a los mafiosos: “Quería advertir a nuestro desconocido extorsionador que se ahorre las llamadas de tono amenazante y los gastos en mechas, bombas y proyectiles, porque no estamos dispuestos a pagar y nos hemos puesto bajo protección de la Policía. He construido esta fábrica con mis manos, llevo toda la vida trabajando y no pienso cerrar”. Se convirtió en un símbolo nacional de resistencia a la Mafia. Pero en Palermo el día a día era otra cosa. Se hizo el silencio en torno a él y sin ningún apoyo social, ni siquiera de las asociaciones de empresarios, fue asesinado meses después, el 29 de agosto de 1991.

Este es un fragmento del libro Crónicas de la Mafia que acaba de publicar Libros del KO.

Íñigo Domínguez Gabiña es periodista, corresponsal de El Correo y del grupo Vocento en Roma desde el año 2001. También se he ocupado de Grecia y Balcanes y series de reportajes un poco surrealistas de viajes de verano. He tenido una fugaz experiencia de guionista en el cine, con la película The listening (2006). Crónicas de la Mafia es su primer libro. Escribe un blog sobre Italia